GENERALIDADES
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LECTURAS RECOMENDADAS
1ª EVALUACIÓN
PRÓLOGO
TEMA 2. LITERATURA MEDIEVAL
El nombre de la rosa, una buena película para entender la realidad de la E.M.
TEMA 3. LA ORACIÓN SIMPLE.
TEMA 4. MÁS SOBRE LA OR. SIMPLE. LA OR. COORDINADA Y YUXTAPUESTA. EL VERBO. LAS PERÍFRASIS VERBALES.
2ª EVALUACIÓN
LECTURAS RECOMENDADAS
LECTURAS RECOMENDADAS
TEMA 6. MORFOLOGÍA: TIPOS DE MORFEMAS; TIPOS DE PALABRAS SEGÚN SU FORMA.
TEMA 7. LA LITERATURA DEL SIGLO XV: LAS COPLAS DE MANRIQUE Y LA CELESTINA.
TEMA 8. ORACIONES SUBORDINADAS.
TEMA 9. LA COHEXIÓN TEXTUAL.
Comentario periodístico3ª EVALUACIÓN
LECTURAS RECOMENDADAS
TEMA 10. LITERATURA RENACENTISTA
14 TEMA 11. ORACIONES SUBORDINADAS
ADVERBIALES IMPROPIAS.
TEMA 12. LÉXICO-SEMÁNTICA
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¡¡¡PROHIBIDO PASAR HACIA ABAJO!!!
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Lo cierto es que siempre he tenido una gran pasión por el budismo, desde pequeño mi padre me ha inculcado una serie de conocimientos sobre esta religión puesto que es un gran seguidor de esta misma y que, desde mi punto de vista, me han hecho ver la vida de otra forma.
ResponderEliminarMe gustaría contaros una pequeña anécdota que me quedaría grabada para siempre desde entonces.
Recuerdo que era todavía chico, no pasaría de los 10 años, cuando regresé del colegio enfadado y decepcionado con mi resultado en un examen de matemáticas. Ante esta situación mi padre comenzó a reírse y yo, sin entenderlo, le pregunté cuál era el motivo de esa risa cuando yo me encontraba de esa manera.
Mi padre, sonrió y me dio una lección que jamás olvidaría:
Me contó que en nuestro interior existen dos lobos que luchan constantemente el uno con el otro.
Uno de ellos es negro y representa el odio, la ira, la envidia, el miedo, la pena, el arrepentimiento, la avaricia, la arrogancia, la culpa, la inseguridad, las mentiras, el orgullo, la superioridad y el ego.
El otro es blanco y representa la paz, la alegría, el amor, la esperanza, la solidaridad, la serenidad, la humildad , la benevolencia, la amistad y la verdad.
Yo sorprendido ante aquel discurso y hundido en la ignorancia e inocencia de cualquier niño de 10 años le pregunté:
"¿Quién de los 2 lobos gana papá?"
Mi padre volvió a sonreír y respondió:
"Al que tú alimentes Emilio"
Ahora que he crecido, solo pienso en cumplir los 18 y poder irme a estudiar sin tener que estar en casa ni depender de nadie, simplemente de mi misma. Pero si me paro un momento y pudiese viajar al pasado, me encantaría ver y recordar aquellos momentos de felicidad cuando me caía y ahí estaban mis padres para levantarme, cuando una sonrisa era suficiente para que papá me comprara lo que quisiera , aquellos momentos en lo que todo era simplemente mejor.
ResponderEliminarCrecer es cumplir años y una vez que lo haga no volveré a ser pequeña. No sirve de nada tener ansias de crecer porque cuando cumplas los 18 ya no serás aquella niña que con una sonrisa lo arreglaba todo, tendrás obligaciones y todo será más difícil.
Quiero que todo ocurra despacio, me gustaría que los años no pasaran, solo por un pequeño tiempo pero todos sabemos que eso jamás pasará evejeceremos y así funcionará la rueda de la vida. Todos en el fondo tendremos a un niño en nuestro interior siempre.
No sabría muy bien explicarte como sucedió pero me desperté tumbada entre las hojas caídas de los árboles de un bosque caducifolio. Era de noche y la luna llena resplandecía más que nunca. No sabía donde me encontraba, estaba un poco desorientada y el miedo empezó a invadirme. Solo se escuchaba el susurro de los árboles provocado por el viento y el chasquido de las hojas aplastadas por mis pies descalzos en busca de algún refugio.
ResponderEliminarDe vez en cuando algún pajarillo llamaba mi atención moviéndose entre las copas de los árboles. De repente, un aullido no muy lejano me asustó, seguido de una manada entera de lobos. Todos mis sentidos se paralizaron y solo se escuchaba mi respiración más alterada de lo normal. Entonces fue cuando lo vi, era de color blanco y me estaba mirando fijamente. Empecé a correr asustada como si no hubiera un mañana y él me siguió junto a su gran manada aullando y gruñendo. Me tropecé con la rama de un árbol y caí al suelo sin más esperanzas de vida. El lobo más cercano se me abalanzó y antes de que me alcanzara me levanté de mi cama empapada en sudor. Todo había sido un sueño, desde luego no un buen sueño.
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ResponderEliminarFinalmente lo hice. Llegué a casa con aquel libro después de varias semanas dando largas a mis padres porque me daba pereza ir a la librería. Lo compré porque mi maestro de lengua nos mandó leerlo para posteriormente hacer un examen y , aunque nos dijo que podíamos leerlo en Internet, yo prefiero leerlos en formato físico.
ResponderEliminarNo me percaté de mi primer error hasta que llegué a mi casa y observé detenidamente la portada. Pensé que me sonaba mucho, y un instante después estaba corriendo hacia la estantería del salón para darme cuenta de que ese no era ni más ni menos que aquel libro aburrido que ya nos mandó otro maestro unos años atrás. Pensé en ir a devolverlo pero no estaba seguro de que me dejaran y además si mis padres se enteraran me regañarían por no haberme dado cuenta de que lo tenía antes. Así que decidí esconderlo al fondo de la estantería detrás de unos tomos de enciclopedias. Creo que tampoco fue algo malo, mi hermano necesitaría ese libro más adelante así que dos son mejor que uno.
Todavía quedaban dos meses para el examen del libro. Mi madre me advertía prácticamente a diario que lo leyera ya que ella odia verme tirado en el sofá sin hacer “algo productivo”. Sin embargo yo no le echaba mucha cuenta, y cuando por fin me ponía a leer lo hacía con tan pocas ganas que leer una página de ese libro era todo un reto para mi. Ese fue el segundo error, no me di cuenta de que lo cometí hasta el fin de semana antes del examen, cuando empecé a leer apresuradamente todos los días. Mientras lo leía me di cuenta de que ese libro no era tan aburrido, y que se hacía interesante una vez te sumías en él. Quizás debería haber empezado a leerlo antes.
Era el día antes del examen. Me quedaban unas cuarenta páginas por leer, y yo estaba planeando cómo organizar la tarde para que me diera tiempo cuando escuché a mis compañeros diciendo que el examen se había cambiado para la semana que viene. Fue como un regalo del cielo, no me lo podía creer.
Ahora ya tengo un poco más de tiempo para ir bien preparado al examen, pero por si acaso, estoy escribiendo esta historia a ver si así consigo subir un poco mi nota media.
sokka
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ResponderEliminarNo sé qué pasó pero cuando me desperté estaba solo en el cuarto de mis padres. Volvamos unos cuantos años atrás, estaba yo con mis padres a eso de las 10 de la noche, preparando las maletas para volver de Marruecos. Eran cosas por aquí, cosas por allá; transporta esto allí, coge esto y llévalo allá, el caso es que era todo un caos. En ese momento se me ocurrió la brillante y no tan brillante idea de preguntarles a mis padres que si podía quedarme, aunque mi intención era gastarles una broma, mis padres al escuchar esa pregunta no sé qué pensaron pero me asintieron con la cabeza y me dijeron que yo podía irme a dormir. A la mañana siguiente me desperté solo y en la misma habitación y allí es cuando me pregunté: ¿No debería estar con mis padres camino a España? Pues si, como he dicho debería, pero no. Salí a fuera a preguntarle a mis abuela donde están mis padres, a lo que ella me respondió que estaban en el ferry, entonces yo rompí a llorar y corrí al cuarto a encerrarme y a seguir llorando. En ese momento mi tío vino y me explico porque me dejaron con mis abuelos y era porque yo había empezado los estudios en Marruecos y no querían interrumpirlos cambiándome a otro colegio, pese a que en ese momento yo me sentía abandonado, lo acepte y sonreí.
ResponderEliminarPasé 9 meses viviendo con mis abuelos y si soy sincero casi que olvidándome completamente de mis padres. Si ellos no llamaban para preguntar por mi yo no lo iba a hacer, pero aunque no lo parezca fue una buena experiencia y se aprende mucho de ello ya se tiene que ser muy auto-suficiente para estar sin nuestros viejos.
Sokka (Hola persona del futuro que lee esto te deseo lo mejor guap@. Ánimo con los estudios <3)
EliminarSokka
ResponderEliminarLÉEME.exe
ResponderEliminarBueno, por fin me dispongo a escribir esta historia para subir algo de nota. ¿De qué tema tratará? Primera pregunta que podría hacerse alguien que este leyendo esto. Tú, si tú, has entrado al blog de Manolo en búsqueda ¿de qué? ¿Los apuntes de Literatura, los modelos de exámenes o te dispones a escribir una historia con palabras de las que puedes prescindir como las que estoy escribiendo yo ahora mismo para rellenar las líneas suficientes y poder llegar a las 20 líneas? Quizás, pero voy al grano. Esta historia va a tratar de la procrastinación de la que he padecido para escribir esto.
Comencemos por el principio, yo soy un chico que tiene bastante poca imaginación (por no decir nada) y dejé pasar los días, las horas y los minutos por si se me ocurría un buen argumento. Nada apareció. Durante horario lectivo pensando y pensando. Curiosamente esto me ocurría al entrar en la clase de Biología ¿Por alguna razón en concreto? No. Sin embargo, llegó el día 19/06 de 2019 (día de graduaciones de los de 2º de Bachiller) cuando llegó a este cabezón la inspiración. ¿Y si escribo una historia de todo por lo que pasé para inspirarme? Idea de 10, supongo. Todo bien, todo correcto, pero en estos instantes en los que escribo esta línea de píxeles me quedo sin ideas para seguir el relato. Espero que 15 líneas sean suficientes.
José Antonio Muriel Muriel 1ºBACH A
Podía ser mi último año, y eso me aterraba. Me sentía prácticamente hundida al pensar había una gran probabilidad de no volver a hacerlo. Todos estos años, 13, disfrutando a más no poder de lo que me gusta, la danza, la danza flamenca.
ResponderEliminarAño tras año, se realiza una gala de fin de curso, donde muestras a todos, el trabajo realizado durante todo el año, toda tu constancia y superación; pero, este año era distinto, era, quizás el último. Llegamos todas al camerino, aterradas por no hacerlo lo mejor posible, con miedo porque un compás lo hiciéramos demasiado rápido. Un dos, uno dos tres, cuatro cinco seis, siete ocho nueve diez, aquella melodía que tanto sonaba en nuestras cabezas.
Al poco, nos encontrábamos entre bambalinas, esperando a que terminara el baile anterior al nuestro, con nervios a flor de piel. ¡Mucha mierda! ¡Mucha mierda! Nos decíamos entre nosotras. Acabó la música, se apagaron las luces. Llegó la hora de la verdad, era el momento de demostrar todo lo trabajado durante el año. Con los bellos de punta, salí al escenario más nerviosa que nunca, con la mente en blanco, se me había olvidado todo. Sentía como mis pies danzaban perfectamente, como mi cuerpo se arqueaba expresando todo lo que sentía. Llegábamos a la parte final, la más dura y difícil para nosotras.
Acabó, salimos todas exhaustas, lo habíamos hecho mejor que nunca, ¡lo hemos logrado! ¡Nos ha salido impecable!- repetíamos una y otra vez. Pasaron cuatro minutos, más rápido que nunca, parecía mentira que todo se hubiera acabado ya. No sé qué pasará en un futuro, no sé si fue mi última actuación, pero lo que sí sé, es que no quería dejar de hacerlo, no quería que terminara. Lo cierto es, que por un tiempo debía dejarlo y estudiar para poder tener el futuro que yo deseo aunque era una sensación, por una parte satisfactoria, pero por otra amarga. No sé si la decisión tomada es la que quiero, pero sé, que es la correcta.